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Riad Shambala - Marrakech

La niña del taburete

22 Marzo

La niña del taburete

Siempre fuí una niña soñadora. Siempre fuí una niña valiente. ...y más desde que me senté en el taburete.

Siempre fuí una niña soñadora. Mi imaginación me llevaba a trasladarme y transportarme al lugar que deseara. Jugaba normalmente sola pero nunca sentí soledad. Crear, era mi juego.

Siempre fuí una niña valiente. Me enfrenté desde pequeña a las miradas de niñxs y adultxs por ser diferente. Una niña con una prótesis en un ojo y que se arrastraba sentada en una silla mientras sus pies se separaban por una barra metálica. Era la niña del "ojo de cristal", la niña de los " hierros en las piernas". Nunca sentí lástima de mí, nací así y para mí era lo normal.

Con los años sí que aparecieron los miedos y los complejos, supongo que al crecer, sobretodo llegando a la adolescencia dejas de verte como eres y ves el reflejo de lo que ven los demás. Gran error, pero todo es aprendizaje.

Tardé un tiempo en volver a quererme.

Lo que nunca hice fué dejar de ser soñadora y valiente. Desde bien pequeña se vió mi carácter de mujer luchadora, con las ideas claras y difícil de domar (por darle un toque literario). Y así me mantuve, hasta que los complejos y los miedos desaparecieron y aumento mi tenacidad y lucha sobre lo que creía correcto y justo.

Hay una anéctoda de cuando tenía 4 años que sale a relucir muy muy a menudo en la familia; "Mi hermano de 6 años va a empezar en el colegio y yo acompaño a mi madre a hacerle las fotos pertinente. Cuando reciben las fotos y pagan, no me ven y me encuentran sentada en el taburete donde sacaban las fotos, quieta y sin decir una palabra. Y así estuve hasta que me sacaron unas fotos a mi también. " Mi madre siempre dice que el día que me senté en ese taburete ya supo lo que le venía después.....

Estudié Jardín de Infancia por falta de carrera Universitaria que me gustara hasta que apareció, Educación Social y lo tuve claro, eso quería ser de mayor. Dejar la casa familiar, compartir piso, la Universidad, trabajar, voluntariado, teatro,...vaya época. Cuánto aprendizaje! Maduré, pensaba.

Quería más y empezé a trabajar de becaria en un Centro de Menores, pero sin dejar el voluntariado, el teatro, el estudio y los trabajos esporádicos que aparecían. Cuánta ilusión! Me sobraba ilusión, ganas, energía y compromiso.

Y...me excedí en empatía.

Mi implicación, él de una joven soñadora y comprometida, me llevó a una realidad donde descubrí el dolor, los miedos, la falta de apego, la autodestrucción, la soledad y mil cosas más que niñxs y adolescentes sufrían a diario. Y la bucracia, también conocí a la burocracia y su paso lento y pausado. 

Pasado el primer año fuí consciente de  mi inmadurez emocional y el daño que ello podía hacer no sólo a mí, sino también a los niñxs y adolescentes que me rodeaban. Decidí parar.

Metí algo de ropa y varios curriculums en una maleta y me fuí a Valencia, a casa de una prima. A los pocos dias  sono su teléfono y una voz desconocida me ofrecía un empleo en A Coruña. Dije SI.

A los dos días mis amigxs me recogían en el aeropuerto de Santiago de Compostela en un precioso mini verde, y ahí empezó mi aventura en el audiovisual. Fuí atrezzista de rodaje, regidora de atrezzo, ayudante dl dirección artística, atrezzista de montaje, y hasta auxiliar de vestuario. Un cambio radical y necesario donde aprendí a actuar con rapidez, organizar el caos, crear de la nada, anticiparme a las necesidades y sobre todo ser más consciente de que no había limitaciones para mí.

Acababa el 2004 cuando decidí que era el momento de volver a lo mío. El mundo de la tele y el cine, es apasionante pero mi vocación era la educación, de hecho mis compañeros me llamaban "La máma", por mi figura de cuidadora y consejera. Y me fuí. Ésta vez más madura y más preparada.

Como volver a la Educación Social tras tantos años ? Pues con calma, pero antes quería cumplir un sueño; colaborar en algun proyecto fuera de España. En enero del 2005 contacté con Las monjas de Calcuta; no soy creyente pero la labor de social no entiende de razas, religiones o culturas. Y...

me fuí a Marruecos.